viernes, 10 de diciembre de 2010

Volver a empezar (Parte III)

Se fue a buscar el bolso mientras que pensaba en que decirle a Hugo. Se le pasaba muchas cosas por la cabeza, pero no encontraba las palabras adecuadas para no acabar totalmente peleados. Bueno, lo llamaría y a ver que rumbo tomaba la conversación… improvisaría.
Mientras marcaba el número de Hugo en su móvil ella sentía un nudo en el estómago, ese nudo que se siente cuando te sientes culpable de algo, pero ¿era ella realmente culpable? No tuvo tiempo de decidir si lo era o no…

- Elena, ¿por qué no me cogías ayer el teléfono? ¡Te estuve llamando toda la noche!- estaba bastante enfadado.
- Buenos días a ti también Hugo- dijo ella intentando ganar algo de tiempo para que ese nudo de su estomago desapareciera, pero no lo consiguió.
- No me vengas con tonterías, ¿con quién estuviste anoche que estabas tan ocupada?
- Con Tom- dijo tan natural, que hasta ella misma se sorprendió.
- Ah, claro… Tom, ¿y se puede saber donde os metisteis que no podías contestar al teléfono?- ahora Hugo en lugar de enfadado parecía dolido, muy dolido.

Elena se dio cuenta del dolor que sentía Hugo, y el nudo de su estómago se hizo más intenso… Ella era la culpable de todo. Decidió ser sincera, se lo debía. Nunca antes en el mes y medio que llevaban saliendo habían discutido. Se habían sentido bien el uno con el otro, y ninguno de los dos había pensado nunca que eso acabaría de esa forma. Había sido una relación muy bonita… y los dos estaban completamente seguros de que habría durado si Tom no hubiera aparecido.

- Hugo, sabes todo lo que sufrí por él. También sabes todo lo que lo quise, y anoche… bueno, me di cuenta de que lo sigo queriendo… Me duele mucho decírtelo de esta forma, pero creo que debo de ser sincera contigo. Perdóname…
- Vale, creo que no tenemos nada mas de que hablar- y colgó.

Ella se sentía realmente mal, no sabía que podía causarle tanto dolor a una persona. Hugo no se lo merecía. Era bastante celoso en ocasiones y muy pesado cuando se lo proponía, pero siempre había sido un buen amigo ante todo, y ahora ella lo había traicionado de esta forma. Sentía ganas de llorar, de llamarlo de nuevo para contarle lo mal que se sentía, pero eso sería ser muy egoísta por su parte, seguro que él también lo estaba pasando muy mal sin comerlo ni beberlo. El único alivio que le quedaba era que había sido sincera, y puede que con el tiempo Hugo valorase esa sinceridad y volvieran a ser amigos…

Fue al baño para lavarse la cara para que esas ganas de llorar desaparecieran, pero el agua no hace milagros. Se miró al espero y se le notaba en los ojos que lo había pasado muy mal. En ese momento sonó el timbre, debía de ser Tom. Se secó la cara y se dirigió a la puerta. Cuando abrió se encontró con esa persona de la que ella estaba totalmente enamorada, esa persona que no había olvidado en más de tres años, esa persona culpable de que estuviera triste y feliz en ese momento. Ella intentó poner una sonrisa en su cara, pero era demasiado falsa.

- ¿Te pasa algo?- dijo preocupado.
- No, no te preocupes…
- ¿Cómo no voy a preocuparme?- dijo entrando en la casa para abrazarla-. Se que te pasa algo, cuando me lo cuentes te sentirás mejor, créeme.

Cuando Tom la abrazó se sintió segura, como si el dolor que sentía minutos antes hubiera desaparecido.

- He estado hablando con Hugo, y hemos terminado- dijo ella rodeada por los fuertes brazos de Tom.
- Lo siento… Yo tengo toda la culpa. Si quieres puedo hablar con él para…
- No, no- dijo separándose de él para mirarlo a la cara-. Es mejor dejarlo así, ahora no quiero pensar en eso… Ya hablare más tranquilamente con él, creo que podremos volver a ser amigos- dijo mientras intentaba sacar una sonrisa.
- ¿Tú quieres volver con él?- dijo él con miedo a que la respuesta fuera un sí.
- ¿Crees que si de verdad quisiera estar con él estaría aquí contigo?- dijo Elena con una mirada que rebelaba la respuesta. Y en ese momento, Tom se acercó a ella y la besó dulcemente.
- Vamos, quiero pasar cada minuto que me queda aquí contigo- dijo mientras salían de la casa comino a la moto que estaba aparcada justo en frente.